Isabel escucha con su oído las palabras de María, pero lo más importante ocurre en su interior, donde siente que la vida nueva se mueve. Como tiene el “estetoscopio” puesto en su corazón y en su vientre, se da cuenta de que está llena del Espíritu Santo.
También dentro de ti hay un pozo de vida habitado por Dios. ¿Te paras a menudo a auscultar tu interior?